jueves, 27 de octubre de 2016

Un aumento salarial hará que el gasto sea más rígido, advierte viceministro

Un eventual aumento salarial como lo recomienda la Comisión Bicameral de Presupuesto del Congreso va a volver más rígido el gasto público en el próximo año, señaló ayer Ramón Ramírez viceministro de Administración Financiera del Ministerio de Hacienda. Los parlamentarios apuntan a aprobar un 7% de incremento para los funcionarios públicos que ganan el mínimo.
El viceministro Ramón Ramírez señaló que desde el Poder Ejecutivo se tienen dos pilares centrales en el proyecto de presupuesto: uno, que se mantengan los niveles salariales establecidos, y dos, que se respeten los topes de gastos e ingresos planteados. Y ese contexto, explicó que al aumentar los salarios el gasto se vuelve más rígido y que esto se da porque son de cumplimiento obligatorio y no como otros cuya ejecución puede ser postergada a la espera de una mejor recaudación.
Al mismo tiempo, esto implica que se destinarán recursos genuinos para cubrir este gasto extra y estarían obligados a efectuar recortes en los gastos sociales.
Esto surge a partir de que la Comisión Bicameral de Presupuesto del Congreso ha decidido recomendar la aprobación para el próximo año de un incremento de 7% para los que ganan el sueldo mínimo, lo que beneficiará a más de 121.000 personas, entre funcionarios administrativos, docentes, policías y militares. La referida comisión propone que el pago se haga desde julio, lo que representará un costo de G. 160.000 millones (US$ 28,1 millones). Sin embargo, en el caso de que se decida hacerlo desde enero, el monto subirá G. 320.000 millones (US$ 56,2 millones).
El viceministro Ramírez indicó que a pesar de que se volverá más rígido el gasto, el monto a ser abonado desde julio es aún manejable, teniendo en cuenta las previsiones de crecimiento económico que se tiene, pero que de ampliarse a todo el año el nivel de preocupación se elevaría, porque ya debe empezar a pagarse desde enero próximo.
Adelantó que de aprobarse el pago desde enero, para enfrentar la situación se tendrá que recurrir a un plan financiero más duro e, incluso, estarían obligados a tocar partidas presupuestarias más sensibles, como son los fondos destinados a los gastos sociales.